¿Vivimos en caos?

 



La vida en la pandemia y la enfermedad, las pérdidas, las ausencias, la soledad, el desconcierto que todo esto nos puede generar...esa sensación de sentirse incomprendidos ante un cúmulo de sentimientos. 

No es de extrañarse que las familias alcen la voz por lograr tener algo de "normalidad" en la rutina de la escuela, para que los papás tengan algo de "normalidad" en sus vidas cuando sus hijos están en clases...poder dormir otro rato sin vigilarlos, salir al gym, con las amistades para recuperar lo perdido al tenerlos en casa.

Pero me asalta la pregunta hoy en día ¿Qué es normal?

¿Añoro la rutina que acaso nos asfixiaba hace casi dos años atrás? No, claro que no.

¿Qué añoro entonces? No vivir la incertidumbre de quien tiene el virus, quién me contagia, a quién contagio. Si podré ir a trabajar, faltaron cuatro maestros por estar infectados, entre 50 a 80 alumnos faltan por día, por muchos motivos: salud, pereza, depresión, angustia, violencia, etc.

¿Qué nos dicen los signos de los tiempos? 

¡Para, detente y siente lo que te dice tu cuerpo en cuanto a salud¡  Reflexiona lo que vives y cómo lo vives. Y sobre todo ten cuidado con lo que deseas.

Ex. 3, 7-8

"7 El Señor dijo: "Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos.

8 Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel país, a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel".

Y que sorpresa se llevaron los judíos al liberarlos de la opresión, dice también por ahí de una manera sorprendente Dios nos libera. No como nosotros queremos o pensamos desde una mentalidad "poquitera" como decimos en Jalisco. Sino a lo Dios es decir, a lo grande.

Pero ¿Qué suele sucedernos ante las cosas nuevas?  ¿Cómo reaccionamos ante un panorama nuevo, ante un camino jamás caminado por mí?

Salir de nuestra zona de confort para entrar en el "caos" de lo impredecible, de lo que da origen a un nuevo orden. Que no se acomoda a las estructuras anteriores y que reclama su propio espacio, su forma de trabajar y de entender.

Para los más cómodos supone movimiento, dinamicidad, cambio de lugar. Es difícil de aceptar el movimiento cuando tienes tiempo sin movilizarte. Nuestra naturaleza es muy comodina y busca el mayor confort. 


Ex 16, 2-3

2 En el desierto, los israelitas comenzaron a protestar contra Moisés y Aarón.

3 "Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto, les decían, cuando nos sentábamos delante de las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos. Porque ustedes nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea".

Tan sencillo como eso, los israelitas tenía la seguridad  en la esclavitud; la seguridad de quien toma su plato de comida y su mendrugo de pan, se sienta a la vera del camino deseando ir hasta el final de horizonte de donde ha escuchado que hay una realidad maravillosa. La desea, la anhela, la sueña hasta el delirio pero lo que supone tenerla, vivir en en este nuevo suelo, esta nueva tierra requiere de un corazón nuevo, nuevos ojos para descubrir la verdad.
Que no se quede en la forma de ver cada día. 

Estamos en la oportunidad de recordar cuál es el propósito de nuestras vidas, venimos del amor y hacia él volvemos. De ahí que ahora te pregunto: ¿tu vida, tus prioridades están orientadas al amor? Tenemos la oportunidad de replanteárnoslo, observar con detenimiento las decisiones que tomamos. 

El mundo en que vivimos se va transformando, para muchos puede parecer un verdadero desorden...para los de corazón más sensible vislumbran que "algo nuevo" sucede. Sólo desde el amor es entendible. Amor a mí mismo, amor a mi familia, amor a lo que hago, amor a mi proceso de entenderlo y de asumirlo, amor a mis miedos, amor al nuevo camino que tengo delante para crecer en sabiduría.

Adaptarme al cambio supone la mirada curiosa y atenta como la de los científicos. De esos que descubren en el quehacer cotidiano las respuestas a lo que estamos viviendo como:
Henri Poincaré, Edward Lorenz,  Ignacio García de la Rosa,  Bart Kosko, entre otros.

Todo inicia con un sí, un pequeño movimiento que lo moviliza todo, hasta dónde, hasta cuándo, cómo será, sólo si nos atrevemos a mirar más allá del problema.
La vida, las relaciones, nuestro mundo pareciera que algo está dañado. ¿Será verdad?

"Si algo falla no debe buscarse la "parte dañada", como en el caso de un televisor o una lavadora, sino que hay que revisar el sistema al completo, se trata de una unidad indisoluble." (López de la Calle Ramos,2000) 

 Necesitamos recuperar nuestra capacidad de contemplación, de admiración, de asombro a lo que vivimos sólo entonces nos daremos cuenta que nuestra misión en este mundo es más sencilla de lo que percibo, quizás entonces aprenderemos a vivir y a convivir, aprenderemos a ser felices.

Entonces nos daremos cuenta de que todo sigue un orden, no el mío sino el que debe de tener.

" ...define al caos como una suerte de orden implícito" (Sánchez-Santillán y Garduño, 2007). 

La imagen del inicio es un diseño decorativo que se encuentra en el coro de la Basílica de Santa María la Mayor. Muy interesante a propósito del tema.


Hasta la próxima.

Victoria






 

https://www.iac.es/es/divulgacion/noticias/teoria-del-caos-hacia-el-conocimiento-de-la-realidad

         LimitesV10 (scielo.org.mx) 

            Biblia Catolica .::. Exodo 3



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